Artículo de opinión: Incluir BIG DATA en la guerra contra el cáncer

01.11.2017

Es casi imposible leer un periódico sin ver un artículo que describa algún avance potencial en el cáncer. Si todos los avances mencionados en los artículos alcanzaran la mitad de su potencial, el cáncer ya sería una molestia manejable, en lugar de la sentencia de muerte que con demasiada frecuencia es. En algún lugar entre las historias que leemos y la realidad que vivimos, hay una desconexión.

La clave para una atención más personalizada y precisa y posibles curas para enfermedades como el cáncer, la diabetes y el Alzheimer radica en gran medida en nuestra capacidad para utilizar big data, inteligencia artificial y aprendizaje automático para comprender mejor los patrones algorítmicos de base genética de las enfermedades. En otras palabras, antes de que podamos ganar la guerra contra el cáncer, primero debemos desbloquear su código. El cáncer, como todos los trastornos genómicos, es un problema de cálculo.

He trabajado en tecnología durante la mayor parte de dos décadas. Sin embargo, hace unos años, cuando a un ser querido le diagnosticaron cáncer, me sorprendió la poca información y tecnología que había impregnado su atención clínica. Pedirle a los médicos que traten a los pacientes con cáncer sin el beneficio de un software moderno es como pedirle a alguien que conduzca de noche sin luces delanteras. Es imprudente.

Tenemos montañas de datos, algoritmos, análisis y software de vanguardia en la palma de nuestras manos todos los días para ayudarnos a navegar por nuestro mundo. Y aunque las industrias altamente reguladas tienden a adoptar la tecnología más lentamente que las no reguladas, podemos y debemos llevar estas herramientas al cuidado de la salud y a la lucha contra enfermedades como el cáncer.

El momento de actuar es ahora. Los estadounidenses gastaron más de $3,2 billones en atención médica en 2015 y los Institutos Nacionales de Salud proyectan que para 2020, el costo total anual del tratamiento del cáncer en los EE. UU. alcanzará los $173 mil millones. Sin embargo, el cáncer todavía mata a unas 600.000 personas cada año en los EE. UU.; es la segunda causa principal de muerte detrás de las enfermedades del corazón. Y, por supuesto, el costo que el cáncer cobra en pacientes individuales y familias es inconmensurable.

Como consumidores de atención médica, debemos exigir más. Debemos capacitar a los médicos para que tomen decisiones en tiempo real basadas en datos. La integración de la secuenciación genómica con datos clínicos nos permitirá aprender de los millones de personas diagnosticadas con cáncer cada año. Saber cómo se trató a los pacientes y cómo respondieron mejorará la atención para todos los que vienen después de ellos.

Para lograr esto, debemos abordar dos desafíos de datos. Primero, necesitamos generar muchos más datos moleculares de los que existen actualmente, lo que comienza con la reducción de los costos de la secuenciación genómica. En segundo lugar, debemos integrar estos datos con el registro médico electrónico de un paciente, para que los médicos puedan comprender su contexto clínico: sin unir los datos genómicos con los datos clínicos, estamos reuniendo solo la mitad de la información necesaria para hacer realidad la medicina personalizada.

Cuando se construyó la primera computadora personal, no era más que un montón de sensores y placas de circuitos; luego, alguien escribió el primer sistema operativo, conectando el teclado a la pantalla, ejecutando aplicaciones y permitiendo que las personas ingresen comandos. Eventualmente, ese sistema operativo unificó muchas funciones dispares en una herramienta cohesiva para resolver problemas. Es hora de llevar estas mismas capacidades a la atención del cáncer.

Hay montones de datos, algoritmos, análisis y software disponibles para los médicos que tratan a los pacientes. Pero estos valiosos activos de información existen casi en su totalidad en silos, cada uno desconectado del otro. Sin un sistema operativo que reúna estas herramientas, la promesa de la medicina personalizada seguirá siendo solo una promesa.

Cáncer tiene de su lado la fortaleza de millones de años de evolución. Para tratar mejor a quienes la padecen, y algún día erradicarla por completo, debemos volver a imaginar cómo luchamos contra la enfermedad. Necesitamos el poder de los grandes datos de nuestro lado. Pedirle a los médicos que traten a los pacientes con algo menos es simplemente inaceptable.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar